Allí estabas, haciendo como que comprendías. Un poco nervioso. También distraído. Para que nadie se diera cuenta, fingías tomar notas. Pensaste al salir que la vida es difícil y nunca vuelve, que todo continúa. Incluso lo inerte sigue su curso.
Es un milagro que "deshacer" no signifique "revertir", pero tiene sentido. Deshacer también es hacer.