jueves, 10 de julio de 2014

Leves imposturas (II)

Pensó escribir:                                    
                      "te deseo lo mejor".
      
Supo de inmediato que necesitaba
buscar otras palabras. Tachó, cambió,
hizo, rehízo, deshizo… E indagó
 en la oscuridad, en la profundidad
de sí mismo, entre imposturas y máscaras,
para expresar con nitidez todo aquello
que realmente pensaba y sentía.
Volvió a escribir:                           
                                 “te deseo lo mejor”.
        
No era del todo verdad, pero tampoco
era del todo mentira. No dañaba
a nadie, al menos. Pasaron las horas.
Pasaron los días. Volvió a intentarlo.
Se armó valor, tomó aliento y por fin
se atrevió a escribir:                        
                           “te deseo”.

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